Entré precipitadamente y allí estaba mi cuñada peinándose. Con su camisón verde manzana de raso corto hasta medio muslo y escotado que en el espejo se veían, se adivinaban más bien los hermosos pechos que tenía.
-Perdona balbuceé no sabía que estaba ocupado. -Tranquilo entra estaba terminando. -Es que me estaba orinando. -Tranquilo puedes hacer no me importa. No miraré- y se rió.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario